“Hay que generar un cine ético y ser parte de un movimiento social”
Durante la el mes de julio 2008, Eduardo Walger, director de cine argentino, fue invitado a Chile por el Polo Izquierdo de la Memoria a propósito del Primer Festival Nacional de cine documental y cortometrajes, organizado por Señal 3 de la Victoria y la red de Televisoras Populares, en la cual se realizó un preestreno de Madres en Chile.
Madres es una película producida por Fisgón y financiada por el Incaa, que gracias a la fina textura y la delicadeza del montaje permite percibir, mediante un relato coral de dos horas, la trayectoria de vida de detenidos desaparecidos contadas por sus madres, que fueron descubriendo progresivamente los motivos que llevaron a sus hijos a luchar, convirtiéndose ellas mismas en luchadoras sociales por la verdad y la justicia en Argentina.
Pero al mismo tiempo es más que eso; desde una perspectiva distinta, Walger sitúa la vida como el centro del relato; resaltando la fuerza y la resilencia de estas mujeres frente al dolor y el terror provocado por los militares en Argentina. Es una película que emociona, por eso mismo y como dijera Enriqueta Maroni, una de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, la primera vez que vio la película: “Somos nosotras...”.
Este documental es actual y novedoso para Chile, sobretodo por su punto de vista, pero también es necesario por la coyuntura donde se pretende enlodar el nombre de tantas luchadoras y luchadores sociales, por la frescura e inconsciencia de algunos pocos.
Conversamos con Walger, mientras se dirigía hacia el aeropuerto de vuelta a su tierra a fines de julio de 2008. Conversamos de su pasada por Chile, de su visita a Elena Varela en la cárcel. Hablamos de fisgones que cazan peces grandes y del oficio de francotirador para blancos móviles, no sin dejar de lado el significado de un cine ético y su relación con lo que sucede en América Latina, esos hechos, que al igual que el polvo se pretenden seguir escondiendo debajo de la alfombra.
El camino al aeropuerto se abre al frente, mientras enciendo la grabadora…
¿Qué es Fisgón?
Es una sociedad civil dedicada a la difusión de los DDHH en su concepto más amplio. Su nombre surge de un compañero peruano, artista plástico, que cuando le cuento que estamos por hacer Madres me dice “ahh… vos sos un Fisgón”. Yo tenía la idea de un fisgón del tipo que espía, que mira. Después me contaría que es lo que es un fisgón, que es un indio de la zona del Perú que pesca con una caña cortada llamada fisga. El fisgón se mete dentro del agua y espera a que pase un pez específico, con una carne muy rica con el que come toda la familia, puede estar cinco minutos o todo el día, por que no pesca otro pez que ese y cuando pasa ¡zap! Lo ensarta. Este amigo me decía que “Madres” es un pez grande que podía llevar a la difusión internacional un montón de cosas.
¿Y cual sería tu nuevo pez?
Cóndor es el próximo. Cóndor es muy interesante ya que busca representar como se coordinaron los ejércitos represivos en Latinoamérica, bajo la tutela e inspiración del Departamento de Estado de Estados Unidos, Kissinger en su momento, la Agencia Central de Inteligencia (CIA). En ese momento era Bush padre el director de esta agencia y conecta mucho con lo que pasó nuestro continente y lo que sigue pasando. Tenemos una cuerda floja rondando por el lado de Argentina, en una franca amenaza al proceso venezolano, todos estos movimientos separatistas en Bolivia. Por otro lado el plan Colombia con esa base de un ejército de esbirros que está comandado ideológicamente por Estados Unidos y que, no jodas, es uno de los ejércitos más poderosos del mundo con gente muy entrenada, tras 40 años de luchas contra las FARC, un grado de equipamiento obtenido bajo el pretexto de la lucha contra las drogas.
¿Qué intentas indagar en Madres?
Madres es una película en la cual 17 Madres de Plaza de Mayo cuentan la historia reciente de Argentina, que va de 1955 con el golpe a Perón y hasta nuestros días. Ellas opinan sobre el presente y avizoran el futuro. Muestra el arco de transformación de esas mujeres, que es muy heterogéneo, desde amas de casa casadas con un barrendero, hasta hijas de diplomáticos o mujeres que pertenecían a familias de militares. Eso muestra, por un lado, como fue el proceso revolucionario en la Argentina, que fue abortado; y por otro, cómo la represión se dio por todos los sectores. Ha funcionado muy bien con lo que le queda a la gente después de verla y que conecta con esta historia tan reciente, pues las Madres están ahí, son las mismas mujeres que lucharon en los setentas buscando a sus hijos, son sobrevivientes y se pueda romper este corte histórico “de fin de la historia” que nos pretenden imponer y que empezó una cosa distinta; cuando al revés, la historia es un devenir, una serie de causas y consecuencias y eso es fundamental comprenderlo sobretodo para la juventud.
¿Hay en Madres un paso desde el culto al dolor hacia el culto a la vida?
Claro, por supuesto. Una de las cosas que queríamos mostrar en Madres es la alegría de la militancia de los compañeros que estaban trabajando en esa época fuertemente y la alegría de las propias Madres… a pesar de ese dolor, termina Mirta Baravalle diciendo “¡Felicidad! ¡Felicidad! Yo deseo felicidades, porque las felicidades las vivimos en pequeños instantes, así que no todo está perdido.
¿Cual fue tu percepción al mostrar Madres en el Festival de Cine de la Victoria organizado por Señal 3 de la Victoria?
Mi percepción fue maravillosa. El hecho es que en la Victoria estaba proyectándose en el terreno habitual donde se movían junto a los pobres o que vivían y venían de esa realidad, además en un recinto y en un festival que esta relacionado con rescatar la lucha y la memoria para poder proyectarse hacia el futuro, para mi fue muy emocionante la recepción y de hecho le llevo una grabación del recibimiento y cariño de Madres por el pueblo chileno.
¿Qué opinas de lo que sucede en nuestro país con el caso de la cineasta Elena Varela, te lo pregunto por tu visita cuando estuvo detenida?
Me parece un atropello y un intento de intimidación a los luchadores populares, ésta vez reflejada en una documentalista. Esto se dio mucho durante la dictadura en argentina con que mataron compañeros periodistas y documentalistas, sin ir más lejos el caso de Raimundo Gleyzer que tenía una fuerte militancia desde atrás de la cámara. Y esta conciencia del poder de la imagen que ellos utilizan constantemente para subordinar a la gente. Bueno les molesta sobre todo en un tema que tiene que ver con la propiedad de la tierra y con negocios puntuales, donde convergen negocios de todo tipo sobretodo de las capas dominantes, del gobierno e intereses internacionales referentes a compañías que están en lucha contra los pueblos por el control de los recursos naturales de América latina. Y quien pretende destapar esa olla le hacen escarmiento, como a Elena. Ahora este escarmiento, va a depender de la capacidad de reacción del pueblo chileno frente a esta violación, que no tiene que ver solamente con una compañera que esta presa y enjuiciada, lo que es muy importante; sino que tiene que ver con un acto de coacción y de apriete contra gente que trabaja con los derechos de los sectores populares, en este caso el pueblo mapuche.
¿Que puntos hay en común con el trabajo de Elena Varela?
Puntos en común tenemos todos aquellos que laburamos con la imagen y la finalidad de ayudar a despertar ciertas zonas aletargadas que todos tenemos, creo que básicamente es el punto de la lucha. Creo que lo más importante es la afinidad en las ideas y el pensamiento de para que sirve el cine y el documental, ya que si bien el cine utiliza la estética, no es su fin. La estética si, pero como parte de una ética. Generar un cine ético en cualquiera de las expresiones del cine es parte de un movimiento.
¿En algún momento comentaste que eres un francotirador, a donde quieres apuntar ahora?
Uno va por sobre varios blancos móviles. El primero es Cóndor para demostrar el poder para mutar, y entender que en algún momento se trabajó sobre la teoría de los demonios. Hoy en día se les soltó la mano a los militares en el caso de Argentina; los cuales al igual que en todas partes son el brazo armado del poder económico. Ese poder económico los soltó, básicamente por al falta de respeto que significó Las Malvinas hacia el poder. Y hay una imagen internacional que yo he visto en algunas producciones en que unos loquitos tomaron el poder aquí y por allá. Pero pasa que, o se volvieron locos todos juntos, o había algo en el agua, o había una planificación centralizada desde otro lugar para poder implementar el neoliberalismo en toda la zona y en definitiva prestarnos servicios y quedarse con los recursos naturales. La maldición de Malinche se actualiza constantemente, ahora tenemos celulares que por más que se parezcan a los espejitos de colores, esto no significa ni justifica entregar nuestras riquezas por lo que ellos denominan avances tecnológicos, parece que no pudiéramos vivir sin ellos, pero también los podemos desarrollar nosotros y que ésta es una forma más de dominación. Y desde el momento que se puso de pie una generación para decir que no, fue masacrada y eso fue claramente un genocidio y como tal hay que tratarlo, y no hay que tener medias tintas. Fue un genocidio hacia los compañeros muertos, pero por sobretodo fue un ataque frontal hacia el pueblo. Este genocidio continúa con el desaparecimiento del Estado de Bienestar, con la culpabilización del pobre “porque el pobre es pobre y la culpa la tiene él”. Hoy en día si no tenés trabajo sos vos es el que tiene el problema y vos sos el tonto que no lo consigue. O no tenés acceso a la capacitación necesaria para una estructura que generan ellos y donde la capacitación es necesaria para una pequeña franja, a los demás conviene tenerlos lo más embrutecido posible para que no chillen y generan una ausencia del trabajo. Zitarrosa decía no se trata del dinero, sino del trabajo, con los tomates de abajo se llena el cajón entero. Sin el trabajo la gente pierde su dignidad y sin dignidad pierde el poder de lucha, esa es un poco la visión.
¿Cuál es tu impresión de tu visita a Chile, aunque es mejor decir a Santiago?
Hablábamos recién de cómo nos han metido basura referente al canal de Beagle y los problemas fronterizos en donde se intenta por todos los medios separar a dos pueblos hermanos. Me he sentido como uno más y me han tratado bárbaro, e ido desde la cárcel a ver a Elena y hasta el mar, así como visitar una población como La Victoria. Creo que hemos generado lazos muy fuertes tanto desde el punto de vista de la comunicación como desde el punto de vista de la lucha por los derechos humanos.
A manera de epílogo y coyuntura
Dejamos la conversación, sacamos unas fotos en el aeropuerto con el fondo de un cóndor que vuela pegado en un lienzo de pvc y que invita a visitar Chile, Walger debe subir al avión, se va, se fue. Días atrás había visto la película y me quedó la letra de la canción de la película dando vueltas:
“Más que un deseo perfuma la noche, no hace falta decir por qué fue.
Busco tus ojos, si ves que estoy nublado, harto ya de ver la realidad.
El mar se mueve en el fondo, no paramos de reír.
Si quiero abrazarte y no tengo nada, hasta dónde puedo llegar.
El mar se mueve en el fondo, no paramos de reír
Te encontraré donde pueda, me llevaras hasta el cielo.
Perdurarás en el aire, mientras te envuelvo, sueño”.
Claro, los recuerdos son de julio de 2008, pero es inevitable que la letra de la canción evoque la fuerte relación entre madre e hija(o) desaparecida(o), pero por sobretodo la imposibilidad del luto.
Esta evocación que me produjo, la confronto por estos días con ese sentimiento de repugnancia a propósito de la miseria humana de la derecha que -pretendiendo tapar el sol con un dedo a través del caso de los falsos detenidos desaparecidos - quieren cambiar la historia. En I Love Pinochet, documental de Marcela Said, una mujer pinochetista decía que a los de este lado nos gustaba revolver el brasero con la pata de la guagua… se me viene la frase “Sepulcros blanqueados, blancos por fuera y por dentro, solo la pudrición y la pestilencia”, dijo Jesús hace muchos años frente a este tipo de actitudes hipócritas.
Yo sé de braseros, sé de guaguas, no sé revolverlos o mezclarlos. Pero de repugnancia se mucho más por estos días.
Creo que en estos días un buen remedio para este asco y para los desmemoriados de siempre es ver Madres de Eduardo Walger que se exhibe en Plaza Brasil este domingo 15 a las 20:30 hrs, en el ciclo “América Lucha y se organiza” que esta desarrollando el Polo Izquierdo de la Memoria en el contexto de la conmemoración de los 60 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Por Mauricio Durán.